El CBU-97 Sensor Fuzed Weapon es una bomba de racimo del ejército americano. Según los expertos, la más avanzada del mundo. Un arma guiada de precisión equipada con electrónica inteligente para localizar y alcanzar objetivos y programada para reconocer y bloquear ella sola el hardware militar enemigo y destruirlo.
El Sea Hunter es un cazador estadounidense de submarinos que avanza sin tripulación, Taranis es el nombre de un dron británico que puede realizar tareas de vigilancia y espionaje, marcar objetivos, transportar armas, realizar fotografías aéreas y atacar en territorio hostil. Todo sin un piloto en su interior. Harpy es un arma autónoma desarrollada por la industria aeroespacial israelí que «dispara y olvida». La arpía detecta, ataca y destruye sin ayuda de nadie los emisores de radar enemigos.
Y así hasta 381 sistemas distintos de armamento autónomo ha contabilizado en todo el mundo el Instituto Internacional para la Investigación de la Paz de Estocolmo (Sipri) en su último informe. La mayor parte de ellos son propiedad de Israel, Rusia o EEUU.
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El genio salió de la botella y es muy difícil que vuelva a entrar», lamenta el doctor Simari.
Por Rodrigo Tarrasa
El Mundo viernes 13.04.18