“Los responsables del Ministerio del Interior se mostraron ayer muy contrariados al trascender la noticia de que la hija de Enrique Barón, el comisario general de Información de la Policía, había escrito un artículo en el que aseguraba haber asistido <empotrada> a la operación contra nueve peligrosos yihadistas efectuada el lunes. Como consecuencia, ayer estudiaban la destitución del jefe de la lucha antiterrorista, que podría llevarse a cabo pasados los actos por la proclamación de Felipe VI, objeto de un gran operativo de seguridad.
“La hija del comisario, estudiante de cuarto curso de Periodismo, escribió un texto para el diario online Mirada21 –del que es subdirectora-, en el que explicaba detalles muy concretos de la operación que venían recogidos bajo el cintillo <cobertura en directo> y bajo el reclamo <empotrada en una detención de yihadistas>. Así, describió cómo los agentes se preparaban en las instalaciones de Canillas para iniciar un despliegue simultáneo sobre varios domicilios; cuáles eran sus comentarios en el trayecto hasta la residencia del jefe de la célula, Lahcen Ikassriem, y cómo los GEO efectuaban la entrada. También aportaba fotografías de los registros que llevaban su firma.
“Uno de los momentos más delicados del reportaje describe la entrada en la casa del yihadista. <Se oye gritar asustada a la mujer del terrorista, los GEO esposan a Lahcen Iskassriem y piden a su esposa que aguarde en una habitación con los niños. Los llantos de los niños conmueven a los agentes e intentan que no se enteren de nada>, describe. El texto indicaría que la estudiante habría estado en las instalaciones policiales, habría sido trasladada en uno de los vehículos de la dotación y habría entrado en la casa del terrorista.
“El comisario general, en declaraciones a este periódico, desmintió que su hija hubiese asistido al desmantelamiento de la célula yihadista y atribuyó la precisión en el detalle a que había realizado <un relato novelado de la operación desde el punto de vista humano, que se alimenta de lo que pudieron contarle los policías y de fuentes abiertas en lo relativo a los datos, es decir, ya publicadas por otros medios>, dado que el artículo vio la luz <24 horas después> que el resto. Barón sólo admitió que <un compañero policía se comprometió a acercarla en su vehículo particular al lugar de las detenciones, dado que le pillaba de paso>”.
El Mundo, 19 de junio de 2014