Hugo Chávez presidió el boom de precios más prolongado de la historia. A su turno privatizó PDVSA para sus propios demenciales fines de revolución hemisférica, volatilizando en tres lustros más de 800.000 millones de dólares. La deuda exterior supera hoy los 170.000 millones: el 152% del PIB. Sus extravíos totalitarios lo llevaron en 2003 a desmantelar la estatal PDVSA con el despido masivo de 19.000 gerentes y técnicos, la mitad de su nómina. El socialismo del siglo XXI procedió al saqueo masivo y sostenido de los ingresos petroleros y redujo la petrolera a un disfuncional y corrupto ministerio de ineficaces programas sociales.
La caída del muro de Berlín clausuró en 1989 las bases de Carlos en Europa Oriental. El terrorista, ya cuarentón, contempló brevemente mudar su operación y hasta llegó a sondear a las FARC colombianas. Al cabo, se decidió por Damasco solo para verse opacado por la marea yihadista. Cuando Siria entró en coalición con EE UU, poco antes de la primera guerra del Golfo, Carlos debió abandonar el país. Finalmente, en 1993 se refugió en Sudán. Sus rumbosos guateques y su modo de bailar lambada cobraron justificada fama en Jartum.
Por Ibsen Martínez
El País Viernes 13.04.18