En España, el problema más generalizado, transversal como dicen ahora, y de más necesaria y aparentemente difícil solución es el del inmovilismo y el enchufismo que se esconden tras las proclamas, los programas políticos, las propuestas de reforma -o hasta de revolución- que caen a diestra y siniestra. Y hasta que alguien empiece a romper esa colección de nudos gordianos, los del nepotismo, del amiguismo, del abuso y, en términos generales, de la befa y de la mofa del ciudadano medio no habremos culminado nuestra transformación en sociedad europea, democrática y moderna. El incidente de los décimos del Gordo regalados en la sede del PSOE pero que se guardaron en su faltriquera los jefecillos de Ferraz nos ha vuelto a ilustrar hasta qué punto la mangancia avariciosa es tan prevalente en la izquierda como en la derecha.
EL MUNDO. Sábado 24 de diciembre de 2016