‘Los políticos pagan como es debido por sus errores, los periodistas no’
Entrevista a Arcadi Espada
- A la hora de explicar el tratamiento mediático de su caso, Camps, hombre religioso, cree una teoría del diseño inteligente. Una conspiración, vamos. Usted tiene una teoría más profana, donde operan la pereza, el sectarismo y algún componente personal.
- Cómo puedo yo soslayar que la peculiar posición de Valencia en el mundo, esa especie de doble desprecio madrileño y catalán está en el origen de buena parte del trato que Camps recibe en el periódico. Los titulares que escribe El País sobre Camps jamás se habría atrevido a escribirlos sobre Pujol. No estoy hablando de una ucronía sino de algo que es comprobable.
- Pero el director de El País entonces, Javier Moreno, es valenciano.
- Los componentes personales son difíciles de analizar Mi hipótesis es que Javier Moreno representa una Valencia que es contradictoria con la que representa Camps, por razones estéticas, políticas e ideológicas. Por eso le escribí una carta, para preguntarle cómo es que se dedicó 169 portadas durante tres años a un hombre que se había comprado cuatro trajes. ¿Por qué el señor moreno no contesta a mi carta? Es director de la escuela de El País. Mi amigo Juan Abreu me dice que lo que debe hacer Camps es sentarse con un montón de libros en la puerta de la Escuela de El País y darle uno gratis a cada alumno que entre. Tome usted el libro del curso. Un buen tío, ¿por qué El País no ha pedido perdón por haber defendido durante tres años algo que era falso?
Por Rafa de la Torre
El Mundo, sábado 24.03.18