“No menos de 200 agentes de los servicios secretos de Estados Unidos trabajan en Alemania de manera oficial y protegidos por un pasaporte diplomático con la misión, entre otros asuntos, de espiar las comunicaciones telefónicas y por Internet de sospechosos, en muchos casos ciudadanos alemanes. El semanario germano Der Spiegel revela ese dato en su edición de hoy a partir de documentos aportados por el antiguo colaborador de la Agencia Nacional de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) Edward Snowden, al que las autoridades de Washington persiguen por alta traición y que se encuentra refugiado en Moscú.
“De la documentación se desprende que el Gobierno que preside Angela Merkel no solo sabe de esas actividades, sino que las apoya de manera activa. La revista asegura que a esa elevada cifra de agentes con estatus diplomático hay que añadir <presumiblemente varios cientos más de empleados de empresas privadas> que trabajan para la NSA en territorio germano>”.
SUR, 16 de junio de 2014