“La madurez de un arte llevado a su cumbre”

(Artículo de Andrés Amorós, escritor y crítico taurino)

“Sabemos que El Greco contrataba a músicos para que tocasen, mientras él pintaba, y que este fastuoso capricho escandalizó a los buenos toledanos de la época. Además de manejar prodigiosamente los pinceles, era un hombre refinado, culto, consciente de su valía: se negó a pagar al alcabalero de Illescas porque su pintura, como arte noble, no estaba sometida a él. En la vejez, le decía a Pacheco que Miguel Ángel Buonarrotti -¡nada menos!- <era un buen hombre que no sabía pintar>. (También don Sergio Celibidache despreciaba a Karajan porque <no sabía fenomenología>).

“En una carta del miniaturista Giulio Clovio al cardenal Farnesio, en Roma, se dice que <este joven candiota, discípulo del Tiziano, me parece singular en la pintura>. Pero fue en Toledo donde Doménico se encontró a sí mismo y se convirtió en el mejor exponente de aquella España: ese <Renacimiento espiritual> (Dvorak) que buscaba la expresión más que la pura belleza clásica.

“Al comenzar el año de su centenario, todavía podemos volver a Toledo y disfrutar del lujo de contemplar, con muy poca gente, una vez más, la presunta casa del pintor y, en la iglesia de Santo Tomé, ‘El entierro del conde de Orgaz’.

“El deslumbramiento que produce este gran cuadro impone el silencio: los turistas se sorprenden ante lo que ya conocían y apenas se atreven a musitar, en voz baja, unas palabras o a señalar, con gesto tímido, alguna de las cabezas de los caballeros… Después de pocos minutos, se marchan, sin hacer ruido, como para no molestar a un conjunto de figuras tan amplio, tan noble. Quizá solamente ‘Las Lanzas’ o ‘Las Meninas’ les han producido un efecto semejante.

“¿Por qué nos sigue sorprendiendo tanto este cuadro? Quizá por la unión de una composición aparentemente primitiva con una factura estética tan refinada: un salto estético singularísimo. Como en un retablo medieval, la escena se divide en dos pisos: debajo está la tierra; arriba, el cielo. Pero la perfección del conjunto y de cada una de las figuras no nos habla de primitivismo: proclama abiertamente la madurez de un arte llevado a su cumbre”.

ABC, 22 de enero de 2014

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Author: Blog Cima Málaga