Todo líder, independientemente de su régimen, cuida su imagen, y Hitler no era menos. Cultivaba su “oscuro carisma”, escribe el historiador y documentalista Laurence Rees en nuevo libro El oscuro carisma de Hitler.
En un reportaje de Jacinto Antón titulado El secreto de Hitler era el odio, publicado en El País el 22 de abril de 2013, el autor indica que el líder nazi cultivaba su carisma “de muchas maneras incluso. Usaba gafas pero nunca se dejaba ver y retratar con ellas. Cargaba una lupa. Hasta fabricaron una máquina de escribir especial con caracteres muy grandes para escribirle los textos que tenía que leer, la ‘Führeschreibmaschine’”.
Asimismo, Laurence Rees sostiene en su trabajo, editado en Crítica, que “estudiaba mucho su imagen en el espejo y practicaba su famosa mirada penetrante”.