Colocar contenidos, subir fotos, señalar tu ubicación, esto es lo que se suele hacer en redes sociales como Facebook, un servicio gratuito. Pero hay otra aportación más que los usuarios hacen a éste y es la de dar sus datos personales. Y ahí está el negocio de las redes sociales, buscadores y muchos más, señala el periódico El País en su edición del día 10 de enero de 2013.
En un análisis de Javier Martín bajo el título El dinero está en el dato –información que acompaña al artículo La Eurocámara quiere restringir el uso de datos personales en Internet, de Lucía Abellán— se explica que “la mayoría de los servicios de Internet gratuitos se basan en la información que ponen los propios usuarios de esos servicios”. El método es el más simple: a través de “un botón de aceptación de las condiciones de uso que nos imponen estos sitios a cambio de utilizarlos”.
Tal y como se recoge en el artículo de Abellán, Europa trabaja en una nueva legislación para “que restrinja el uso que hacen las empresas de la información personal con fines comerciales, especialmente en la Red”. Se plantea sustituir esos textos amplísimos y poco entendibles que aparecen en la red y que has de aceptar para poder hacer uso de los espacios web por otros sistemas fáciles de comprender.
Asimismo, la legislación que plantea la Eurocámara también propone “el derecho al acceso, la corrección y, en última instancia, la desaparición de datos personales en la web (el conocido como derecho al olvido)”, y persigue “unificar el abanico de legislaciones difusas y heterogéneas que existen en los 27 Estados miembros de la UE”, indica El País.