Si preguntas a cualquiera qué es Google, todos, incluso hasta los más pequeños de la casa, te sabrán contestar. Tal vez, únicamente aquellos que estén totalmente ajenos al mundo de Internet no lo conozcan, pero seguro que han oído hablar de él. Y es que este buscador ha ido escalando puestos hasta llegar a lo más alto.
“Nunca una empresa ha concentrado tanto poder e influencia (…)”, apuntaba Robert Epstein, doctor por Harvard e investigador en el AIBRT, Instituto de Investigación sobre Comportamiento y Tecnología en Vista (California), según leemos en el reportaje El riego de la Google-democracia, de Borja Bergareche, publicado el 24 de marzo de 2013 en ABC.
Epstein decide orientar sus investigaciones sobre comportamiento humano al estudio del impacto de una hipotética manipulación de los resultados de búsqueda en un contexto electoral. De este modo, llega a la conclusión de que “subir la posición de un resultado en un ranking de búsquedas afecta claramente a la opinión de las personas, y se podría mejorar hasta un 50 por ciento la valoración y simpatía de la gente hacia un candidato u otro”. Además, concluye que entre el 75 y 85 por ciento de los participantes no son conscientes de esa manipulación de los resultados.
