El peso de un país como China es patente en el contexto global, pero éste busca “la pieza del puzle que le falta para convertirse en una verdadera potencia mundial”, según publican Heriberto Araújo y Juan Pablo Cardenal en Avanzadilla china en la ciberguerra, en la edición de El País el día 24 de febrero de 2013.
Este país asiático persigue “hacerse con información clave para impulsar su economía” y “ha ampliado el foco de los ataques políticos en la red”, llevando a cabo ahora una “batalla global”: “Todo aquel que suponga una amenaza o sea percibido como enemigo por el régimen comunista es susceptible de ser atacado”, se indica en el artículo.
De hecho, podemos leer en él, un informe de la compañía Mandiant, especialista en seguridad con sede en Washington, “acusa a un grupo de hackers de estar directamente vinculado con el Ejército chino y de capitanear buena parte de los ataques para penetrar las redes de corporaciones como Yahoo, Google (…)”.
En cuanto a los sectores que son atacados por el gigante asiático, se encuentra “petróleo, tecnológico, aviación, minería, petroquímicos, nanotecnología y energías renovables, entre otros”, suponiendo el robo de propiedad intelectual costes muy elevados.
El objetivo ahora es “idear un plan que ponga freno” a “esta batalla a pecho descubierto” en la que se ha lanzado China, de hecho países como Estados Unidos, Alemania o Francia, ya están trabajando en ello.