El poder del lenguaje

(Artículo del escritor J.Á. González Sainz)

“Desde <Estado español> en lugar de España o esos adjetivos que le ganan la plana al sustantivo, como en <lengua propia> o <discriminación positiva>, hasta el reciente <derecho a decidir>, sintagma chusco en una democracia donde se decide continuamente según las reglas que la hacen ser tal, los nacionalismos realmente existentes en nuestro país han ido imponiendo su verbo. Con su martilleo continuo y la generación de un eco, han inoculado en los demás, sin mayor oposición ni reserva, vocablos y sintagmas, ortografías y conceptos por zarrapastrosos y zopencos que sean. Hasta la Audiencia nacional, véase la sentencia del caso Faisán, habla su lenguaje: el soplo a la red de extorsión de ETA, dice, no pretendió <entorpecer el proceso en marcha para lograr el cese de la actividad de ETA>. <Proceso> y <actividad> son, así utilizadas, palabras de ese lenguaje, de su práctica de sustitución por sustantivos abstractos de cosas y hechos de evidente concreción. La <actividad> de ETA son sus crímenes, y el <proceso> es como llaman al conjunto de prácticas sustitutivas de las propias de la democracia. La <trascendencia del incidente>, llamaba, como vio Santiago González, un editorial que comentaba esa sentencia a <las consecuencias del delito>. <Figuras>, <siluetas>, mandaban quemar las SS en los campos de Polonia.

“Si decimos <actividad>, <incidente> o <figura> en lugar de crimen, delito o asesinado, nos hemos pasado a otro lenguaje y es ahí, en ese paso y ese ámbito, donde el nacionalismo ha ganado y sigue ganando sus batallas antes que en ningún otro. Han triunfado con un discurso cuyas <inexactitudes, fantasías, mitos, mentiras y demagogias> no sólo no han sido óbice para su avance sino una de sus mayores bazas. Porque quizá no baste constatar que <la distancia entre el discurso y la realidad se ha hecho abismal>, como dice Gregorio Morán en su La decadencia de Cataluña, pues a ese abismo y a ese discurso están encadenados hoy no sólo los nacionalistas. La realidad es también producto del lenguaje, y nada dice pues contra ella el hecho de que no haya existido jamás. Hasta que la catástrofe con que nos amenaza su usurpación por el relato nacionalista no nos estampe su estafa con <gran destrucción y muchas desgracias> para todos”.

ABC, 13 de enero de 2014

Share Button

Author: Blog Cima Málaga